Es su momento
Finalizó la pretemporada de Los Andes en Bosques y nosotros fuimos en busca de la palabra del profe Pablo Marchionni, protagonista exclusivo de esta historia. “Hemos hecho una preparación a conciencia”, señala.

Con él, la relación amor-odio roza los picos más altos del rating de toda preparación. Es capaz de llevarse silbidos (y hasta alguna puteada sana, también) por un trabajo y 10 minutos más tarde un aplauso cerrado tras ponerle fin al segundo turno de entrenamiento. “Gracias profe; fue lo mejor que hiciste”, le dice un jugador a pasar. Y él se rie; entra en su juego. ¿Quién es EL? Pablo Marchionni, nuestro preparador físico, el protagonista más importante de esta última semana. “La pretemporada es un momento único. Están distendidos, contentos, se trabaja en un buen clima, sin presiones. Después sí arrancan los nervios, la ansiedad, pero el fútbol es así. Yo me quedo tranquilo que hicimos las cosas bien y salió todo de acuerdo a lo planeado”, reconoce el profe en diálogo con el Sitio Oficial.
¿Qué evaluación haces de la pretemporada?
Lo primero que tengo que decir es que están predispuestos a todo. La verdad, un grupo de 10, con una entrega admirable. Y en lo que fue la preparación, este año decidimos implementar un trabajo diferente, de entrenamiento funcional. Con tres turnos muy intensos, el primero donde le dimos mucha prioridad a la zona media; después el segundo bien aeróbico, todo fuerza-potencia; y el tercero, por la tarde, donde Fabián (por el entrenador Nardozza) aprovechó para focalizarse en lo técnico-táctico.
¿Vino bien esa mini preparación que realizaron anteriormente en el Gallardón?
Muy bien. Tuvimos una puesta a punto muy interesante. Venir de vacaciones siempre implica un poco de miedo para los profes, pero ellos se lo tomaron muy en serio. La primera semana fue de adaptación, después trabajamos muy duro y esta que pasó fue la más intensa. Que el hincha se quede tranquilo; hemos hecho una preparación a conciencia. No fueron 7 días de pretemporada, fueron 14.
¿Importante correr con la ventaja de conocer al grupo y tener que evitar el famoso periodo de aprendizaje mutuo?
Es un combo. Lo importante es que nos conocemos. Yo los conozco, ellos nos conocen. Saben lo que me gusta y lo que no me gusta. El tema del descanso, de la alimentación, de cuidarse... Pero son profesionales, respondieron muy bien y los que se sumaron se adaptaron sin problema.
¿Hiciste un diagnóstico de lo que fue tu llegada a hoy? ¿Notaste cambios?
Fue lo primero que les dije. El semestre anterior yo me adapté a ellos, ahora ellos se tienen que adaptar a mí. Y si bien el diagnóstico está hecho, para mí arrancamos de 0. Porque antes fue diferente. Jugábamos, recuperación, jugábamos, recuperación... No había tiempo. Ahora se pudo planificar un poco más y eso es importante.
Desde el punto de vista del torneo, ¿cómo se trabaja sabiendo que son 4 meses por delante y en búsqueda de resultados en lo inmediato?
Predispone de otra manera. Primero y principal es fundamental. Que el jugador tenga la cabeza puesta acá. Es un torneo más corto de lo habitual y hay que aprovecharlo al máximo. Y la pretemporada apuntó a eso. No pasarse de los límites porque no hay tiempo de buscar un equipo, probar, encontrarlo... Tenemos que llegar al primer partido con todo encaminado. Pero está bueno el desafío.