Hombre de la casa
"Es como volver a debutar", reconoce Gustavo Ruiz Díaz, de regreso en el Gallardón. "Vamos a tratar de hacer lo imposible por ver una hermosa versión de Los Andes", promete el Toro.

¿Cómo vivís este regreso a Los Andes?
Siento una alegría enorme. Era lo que yo quería y venía pensando. El año pasado tuve un acercamiento, pero no se dio. Ahora es como volver a debutar. Ayer entré con una ansiedad, unos nervios y por fin llegó el primer día de entrenamiento. Conocí al grupo, al cuerpo técnico, y le estoy muy agradecido a todos. A Fabián Nardozza, a sus colaboradores, a los dirigentes. De mi parte es entrenar, darle duro y apoyar desde el lugar que me toque, ya sea desde adentro de la cancha, de afuera o mismo de la platea. Se que la gente está ansiosa, quiere resultados inmediatos y yo lo único que puedo decirles es que esto es fútbol y vamos a tratar de hacer lo imposible por ver una hermosa versión de Los Andes.
Formaste parte de aquel grupo que ascendió, pero no tuviste la posibilidad de dar la vuelta olímpica porque te fuiste a mitad de año, ¿es algo que quedó pendiente?
Sí, por eso quería volver. Es como que me quedo una cosita en el corazón. Hoy con 32 años me toca volver después que me fui en el 2008 y traigo una experiencia enorme que antes capaz no tenía. A mi tocó integrar equipos de Los Andes y ser referente con 22 o 23 años, y por ahí no estaba preparado. Pero gracias a Dios pude hacer mi carrera y hoy vuelvo con otra cabeza, pero con las mismas ganas. A veces dicen “Ruiz Díaz está grande”, pero yo me siento más intensidad de juego y aprendí otra dinámica.
¿Cómo ves al club con el paso del tiempo?
Muy lindo. Se que fue mejorando en un montón de aspectos. Por empezar, yo nunca me desligué del club. Siempre leo todo, se como está, se lo que le pasa, se la lucha que hicimos por recuperar la Sede. Así que me da felicidad ver este orden y el crecimiento. Ahora es nuestra tarea hacer bien las cosas futbolísticamente para que la gente se motive y participe más.
Sos profesional, pero a veces es difícil abstraerse de lo sentimental y viniste seguido a ver a Los Andes jugando en otro equipo, ¿te costó despegarte de Lomas?
Sí, siempre lo seguí a Los Andes. Cada vez que podía venía o mismo cuando me tocaba concentrar lo escuchaba por la radio. Creo que lo valoré más cuando me tocó irme del club. Y extrañé, extrañé muchísimo. Por eso quería que llegue rápido este día y voy a disfrutarlo a pleno.
¿Y el grupo cómo te recibió?
Recién son las primeras horas, pero me hicieron sentir bárbaro. Creo que tenemos una linda base y eso es muy importante. No voy a decir que por eso vamos a salir campeones, pero me a mi tocó vivirlo en Brown y después termina siendo determinante. Está bueno que los chicos se conozcan, que sepan cómo es el día a día y los muchachos que venimos nos tenemos que acoplar a ellos para cumplir entre todos el objetivo.
¿Cuál es el mensaje para los hinchas de Los Andes?
El mensaje es el trabajo. Yo creo que con trabajo todo se puede. Acá ninguno va a bajar los brazos nunca y va a tirar para adelante siempre. Estamos con muchas de conseguir cosas y sabiendo que lo más importante es el club.