Apostillas
El sabor de la victoria... Repasamos algunos temitas que quedaron flotando por el Francisco Urbano. El pichichi Romero, los goles de sus compañeros, las cábalas que no se rompen, la manga desiflanda y un final a pura risa, ¿o no Pitu?

Por Pablo García
GOLES SON AMORES: “Los goleadores son así”, reza parte del dicho y esto es confirmado por los hechos: la primera pelota que tocó, Leo Romero abrió el marcador, luego de anticipar a su marca y pegar un certero cabezazo. En el complemento, el 9 cambió por gol el penal con un fortísimo remate arriba, dejando sin oportunidad a Ezquerra. Sobre el final pudo anotar uno más, que lo hubiesen convertido en el máximo artillero del torneo en soledad. Sin embargo, estos dos goles los mantienen en la cima de goleadores junto Gastón Grecco. Leo convirtió 10 en 12 partidos: teléfono para Sabella… (FOTO 2 y 3)
Maxi Castano sacó las papas del fuego cuando un escalofrío se había apoderado de nuestro cuerpo. Pero no fue lo único que hizo: también luchó, desbordó y envió un preciso centro en el primero de Romero. ¿Lo tenías al Pitu goleador? El volante convirtió en los dos últimos encuentros para sumar un total de tres en el torneo. El que le realizó a Morón resalta por su belleza estética para que él repita una y mil veces: “lo metí de cañito, lo metí de cañito…” (FOTO 4)
RESULTADO HISTÓRICO: Sí, quizás el título suene exagerado, pero hay razones para sostenerlo. Es que últimamente, y tras una pésima temporada pasada, las goleadas no son frecuentes para el Milrayitas. La última vez que ganó por cuatro tantos fue en 2009 a Brown (A), en aquel recordado partido, en el cual el lateral el Killy Vega se despachó con un hit trick y Jaime Molfeso hizo el restante. ¿Cómo no recordás cuando a Friedrich se le subió Cardone a cococho unos metros y luego se fue expulsado? Ahora viene una pregunta más difícil: ¿Recordás la goleada más cercana de Los Andes fuera de casa? ¡Sí, hace seis años! De la mano de los pibes, el Nene Díaz y el Pato Aimetta, el Rojo se despachó con cinco goles, dos de Jonatan Tridente y Dani Vega y el restante de Emanuel Ferrantino, a Estudiantes en Caseros (el resultado final fue 5-1).
EL ÚLTIMO CHICHE: Alejandro Migliardi, reconocido afectuosamente por nuestra parcialidad, siguió desde a sus compañeros luego de una pequeña intervención quirúrgica en la rodilla ¿Qué recuerdos tiene Chiche Milgliardi del Milrayitas? “Los mejores. Siempre que me toca ir a Lomas me siento como en casa y los hinchas me lo saben saber. Y para todos, aquel ascenso siempre va a quedar en nuestra memoria. Lamentablemente nos quedó la espina de no poder mantener la categoría y hoy lo seguimos lamentando”, expresó el 1 al Sitio Oficial. (FOTO 5)
¿SERÁ CÁBALA?: La vuelta del Poeta García a Los Andes fue con goleada. Es que el ex Los Andes tenía la semana libre en Unión de Mar del Plata y se fue directo a ver a sus ex compañeros: a los abrazos con Lucho Díaz, Leandro Corulo, el Colo Acosta y el Pitu Gómez, entre otros. Contó como sufre los partidos del CALA a la distancia, en especial las últimas igualdades sobre el final del partido. Si bien está a gusto en su nuevo club, extraña el color y calor de nuestra tribuna y la fiesta provocada cada sábado que juega Los Andes. Aunque, el Poeta no sería la única cábala: hay camisas rosas y zapatillas que se están repitiendo. Atento Raúl, te estamos mirando… (FOTO 6 y 7)
GALLITO DESINFLADO: En el entretiempo se desinfló la manga para que pudieran salir los jugadores de la visita, y luego de unos minutos terminaron pasando por el costado. El juez se quedó esperando y mandó enseguida a los alcanzapelotas a dejar el campo, cuando estos habían ingresado para patear y divertirse un poco en donde algunas vez jugaron sus ídolos. Después, uno de los pibes se tuvo que meter en pleno partido, ya que había tres pelotas adentro: una en juego, otra alcanzada para jugar rápido que quedó en el área y una devuelta por la tribuna, tras el primer disparo al arco de Gastón Lucano. (FOTO 8 y 9)
POST PARTIDO: Alegría en los rostros de todos los jugadores de Los Andes y nada los hizo amargar: el dirigente Carlos Cutrone fue a parar al piso, un lindo golpe que no pasó a mayores. Cuando intentaban reponerlo, se escuchan fuerte dichos cruzados entre el árbitro y allegados al Gallito que le reclamaban por el penal cobrado. Entre risas, el Pitu Gómez lo resumió en cuatro palabras: “Esto es un quilombo…”