Color local

Siempre hay algo más para contar, sobre todo en un partido tan especial. Acá hay algunos toques de la fiesta que vivió la gente en Lomas, el colorido y sus personajes...

Por Pablo García

UNA TARDE DE FÚTBOL: Nadie se quiere perder este evento contra uno de los vecinos. Toda la familia a la cancha. Previo al partido, el recibimiento del micro con los jugadores de Los Andes mostraba la pasión con que se vive el encuentro: el hincha rodeó el ómnibus, cantó y cada futbolista que bajaba recibía el aplauso y aliento. El salto al campo de juego del equipo origina una lluvia de papeles y cintas, mientras el humo de las bengalas pintan de rojo y blanco la popular. Los bombos y los instrumentos de vientos son la base de la orquesta que es dirigida por las gargantas y el aliento permanente de todos los fanáticos del Milrayitas. Estalla la tribuna con el primer gol: “Y ya lo ve, el que no salta es Temperley”, gritaban fuerte. Tras el segundo gol y mientras Los Andes jugaba los mejores 45 minutos en el Gallardón de este torneo, caía el “ole” desde todos los sectores de la cancha y el aplauso a los jugadores por el desligue de fútbol y entrega. Tras el silencio por el inesperado descuento, los hinchas intentaron despertar a los suyos con: “Soy de la banda loca del Milrayitas…” y “olé, olé cada día te quiero más…”, entre otras tantas. Pero el final no dejó boquiabiertos, con un sabor amargo que no se quita fácil y la bronca por no poder aumentar la enorme paternidad del CALA a ocho encuentros por sobre el Cele. (FOTO 1, 2 y 3)

GOLES SON AMORES: Una gran forma de debutar en las redes es justamente en un partido contra el vecino: Maxi Castano lo hizo. Y hubo un momento de duda porque Leo Romero estaba en fuera de juego aunque no intervino y un aluvión de futbolistas visitantes se fueron contra el juez. Tan cerca estaba el artillero de Los Andes que tuvo una nueva oportunidad. Tras hacer de pivote bajando la pelota y asociándose a los compañeros, Romero llegó a su sexto tanto en el torneo, gracias a un slalom increíble de Asencio y que Castano deje pasar el centro bajo. El 9 Milrayitas está segundo en la tabla de rompe redes, a solo tres del delantero de Brown, Gastón Grecco. (FOTO 4, 5 y 6)

TODOS LOS NÚMEROS: Más allá de los goles y las jugadas de riesgo, hubo otros datos: contabilizamos tres córners para el CALA y uno para el Gasolero; cuatro posiciones adelantadas de Los Andes y una de Temperley. Coinciden en las infracciones en 20 cada uno. Asistieron alrededor de 12.000 personas,  que dejaron un saldo de $54.340 y fueron custodiadas por 170 policías. Además colgaron del alambrado olímpico 82 banderas, 15 tirantes y había una única bandera central que rezaba “La única banda del Sur”. También se realizó el habitual sorteo de la camiseta, en que todo lo recaudado es para las inferiores: 821 celeste y 5 naranja fueron los números ganadores. El resultado final dejó un dos-dos (22): algunos los dejó "locos" de alegría y otros de bronca. (FOTO 7)

VIEJOS SON LOS TRAPOS: El hincha no tiene edad; es un eterno joven que cada inicio de campeonato renueva su esperanza. Algunos apelan un poco más a la memoria de algún viejo anhelo que pudo o no cumplirse. Es el caso de Roberto, socio Milrayitas desde 1953 y que además se transformó en vitalicio porque colaboró con la construcción de la tribuna Palacios. “Jugué en las divisiones inferiores de Banfield, pero me peleé con los dirigentes y me hice socio de Los Andes”, cuenta entre risas y de allí en más no se separó del CALA. "Los Andes le había dado más alegrías que tristezas", señaló. Varios triunfos recordó ante Temperley y al preguntarle sobre el mejor equipo le salió de corrido “Baiocco, Migone, Pedutto, Reynoso y Figueroa”, la delantera que logró el primer ascenso a la máxima categoría. También destacó al equipo del '68, que realizó una gran campaña en Primera. Un fana incondicional que sentenció: “La única manera que no venga a la cancha es si estoy enfermo”. (FOTO 8)

LE SALTÓ LA CADENA: Preso de los nervios por la derrota parcial de su equipo, Alejandro Medina fue atrás del arco a empujar directamente a un pibe alcanza pelotas, porque entendía que demoraban el juego. Lo raro es que el árbitro corrió desde la mitad de cancha hasta el arco solo para advertir al arquero por lo sucedido. (FOTO 9)

Domingo 2 de Octubre de 2011 | Fútbol Profesional


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