Color local
Lo que dejó un nuevo traspié en el Gallardón. El regreso al gol del Mecha Rodríguez, la pena máxima de Burzac, las expulsiones de Friedrich y Rizzi, la venganza de un ex, la vestimenta del juez y el cariño de los hinchas con Cubito Cáceres.
Por Pablo García
GOLES SON AMORES: Regresó el Sapo Pepe ni bien empezó el encuentro. Sí, el Mecha Rodríguez volvió a dedicárselo a su hijo. No hacía un gol desde agosto del año pasado para la CAI en la primera fecha de la B Nacional. Su último grito en Los Andes fue ante Almagro cuando el equipo finalizó su actuación en el torneo. En Lomas es el primer gol que realiza de jugada, ya que el único tanto que había hecho era de penal ante Español, en 2009. Por su parte, Marcelo Burzac hizo su tercer gol en forma consecutiva en el Gallardón ante un rival diferente y con la condición de que todos fueron de tiro libre, aunque en este caso de penal. Con apenas cuatro pasos le bastó para achicar la diferencia en el marcador. El tucumano es el terror de los arqueros rivales cuando se para delante de una pelota detenida… (FOTO 2)
EXPULSADOS: Ni bien salió a la cancha, Mario Rizzi tuvo que dar la media vuelta y volver sobre sus pasos ¿Qué ocurrió? La planilla con los jugadores llegó tarde y su equipo salió después de horario a la cancha. “No me comprometa”, dijo el árbitro. El DT se ubicó en el palco norte para seguir a sus dirigidos. A poco de finalizar el primer período, Alejandro Friedrich cosechó su tercera roja en el torneo (las anteriores fueron en la rueda anterior ante Almagro y Tristán Suárez) tras un choque con Campuzano y algo más. La falta del volante central fue clave para los locales. Rizzi no podrá contar con Friedrich para enfrentar al puntero Atlanta el sábado próximo en Villa Crespo.
OVACIÓN: El jugador más mimado en el Gallardón fue Walter Cáceres, quien al ingresar al campo y ocupar el arco a espaldas a la tribuna “Cabecera Sur” fue muy aplaudido por el público. No tuvo responsabilidad en los goles y, entre las más positivas, sacó un increíble remate de Minadevino que iba al ángulo y le ganó un mano a mano a Ledesma en el epílogo del encuentro. Además, cuando el árbitro sancionó el penal hubo algunos simpatizantes que corearon “Cubito, Cubito”. ¿Se atreverá a patear un penal la próxima vez que se lo pidan desde la tribuna?
NO HAY PEOR CUÑA QUE DEL MISMO PALO: Facundo Lemmo es aquel atrevido volante que llegó en 2001 de Quilmes a Lomas, con edad de Cuarta División, para situarse en el campo como enganche. Debutó ese mismo año en la Primera con la Milrayitas contra Atlético Tucumán. Diez años después y definido como mediocampista zurdo, no olvidó su pasado y, tras convertir, no festejó ninguna de las dos veces. En varias oportunidades enfrentó al CALA con diferentes casacas. Sí, la temporada pasada con la de Chicago también le metió dos en el partido jugado en Mataderos. No hay caso; últimamente el volante zurdo es una pesadilla para los hinchas del CALA…
¿SALIERON CON 12 JUGADORES?: No, lo que ocurrió es que el árbitro Pablo Dovalo se vistió con una casaca con colores (azul y pantalones negros) símiles a los de Brown y se confundía con los futbolistas de la visita. En el complemento, hubo cambio y el trío arbitral lució remeras color amarillo. Tarde pero seguro… (FOTO 3)
