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Barreiro, Ruano y Bevacqua recibieron la bendición por compartir la primera pretemporada con el plantel profesional. ¿No era qué Maxi y Lucho se salvaban de ser rapados? Y bueno, la ligaron igual...
Por Leandro Saltamerenda
Esta vez les tocó a ellos. Maximiliano Barreiro, Ignacio Ruano y Luis Bevacqua fueron los rapados de esta pretemporada. Los que recibieron el bautismo de fuego por compartir el primer año junto al Pato Grgona y compañía. Es una buena excusa...
Lo del Pelu Ruano era cantado. Este año fue promovido a Primera División y semanas atrás se convirtió en profesional. No tenía salida. El Colo Tridente, con la colaboración de varios jugadores que venían con sed de revancha por la bienvenida del último verano, agarró la maquinita de afeitar y basta de palabras.
En cambio, la situación de Maxi Barreiro y Luisito Bevacqua es diferente. El lateral ya había compartido una experiencia similar con la Reserva de Boca Juniors, pero “lo tuvieron que rapar porque no había sido con el equipo principal”. Hasta ahí podemos entenderlo…
Sin embargo, lo del enganche es increíble. Pese a haber realizado dos pretemporadas con planteles de Primera, una en Suiza y otra en Italia, también sufrió el tijeretazo. “Lo pelamos porque no fueron en Argentina”, argumentaron desde la otra vereda. Cuánta maldad, Coru...
Así fue la bienvenida para los nuevos profesionales. Algunas razonables y otras solo por venganza…
