Refuerzo de lujo
Martín Castagnino dejó atrás una operación de pubialgia y está muy cerca de pegar la vuelta. Además explica el por qué de su nuevo tatuaje. Una nota imperdible. Sí, como será el día de su regreso...

Por Leandro Saltamerenda
Ahí está otra vez. Engancha, se saca un defensor de encima y envía un centro perfecto. Su acompañante de ataque no llega, pero rápidamente se escucha el “bien Casta, seguí así”. Y no es casual que Martín Castagnino se lleve el reconocimiento de los presentes en cada ensayo de fútbol. “Día a día”, como le gusta decir a él, el delantero evoluciona de una operación de pubialgia y en cualquier momento está por pegar la vuelta. “Vamos de menor a mayor. Arrancamos jugando algunos minutos y ahora ya estoy haciendo toda la práctica junto al grupo. Así que estoy muy contento y cada vez me voy sintiendo mejor desde lo físico”, comenta el Diablito mientras disfruta de una nueva práctica en el Eduardo Gallardón. “Estoy con fuerzas y con muchas ganas. Una de las razones de la intervención fue que estaba con algunas molestias que no me dejaban rendir como quería, y hoy por hoy, por suerte ya no las tengo. De a poco voy llegando al 100% de lo que puedo dar. Estoy dejando todo en cada entrenamiento y eso para un jugador es muy importante”, agregó convencido.
Está claro. No hay que saltear los pasos y volverse loco. En la previa del partido contra Tristán Suárez le tocó escuchar su nombre dentro de la lista de concentrados, y no lo tomó como un hecho aislado: “Fue muy lindo. Más que nada porque es una cuestión del fútbol; las charlas, los mates, comer con tus compañeros, estar mentalizado en el partido. Lo extrañaba y me vino muy bien. Quiere decir que está volviendo todo a la normalidad”. Es lógico, Casta habla de su recuperación, pero tampoco se olvida del presente de Los Andes: “Lo del equipo en estas últimas fechas fue muy bueno y creo que hubo un cambio importante con Germán (por Corengia). Este cuerpo técnico dio en la tecla en un montón de cosas y el grupo le respondió. Ahora, tal vez se viene la etapa más difícil que es mantener la regularidad, y ojalá que podamos hacerlo. Nuestra idea es llegar al receso lo más arriba posible y encarar la segunda etapa con la expectativa de volver a la B Nacional”. Sin vueltas…
Y si hablamos de lucha y esfuerzo quien otro que el Pitufo para explicarlo. Por algo el tatuaje que se hizo en las últimas semanas y se deja entrever en su pierna derecha. Un lema a tono con su persona: Sin sacrificio no hay victoria. Sí, no es una huella más y así lo siente: “Es una forma de reflejar lo que fue mi carrera. Siempre me costó todo el doble, tuve que pasar por dos operaciones y nunca bajé los brazos. Las metas que me puse pude lograrlas y fueron a base de sacrifico. Ojalá que todo siga así, que pueda volver a jugar por los puntos y sentirme otra vez jugador de fútbol”. “No busco ser el Castagnino del ascenso o el del antes. Hoy tengo más experiencia y quiero aprovecharlo. Sueño con ser mejor que ese jugador”, concluyó. Estamos de acuerdo. Qué se te cumpla, Casta. Lo mereces…