Comunicado Oficial

En el año 2019 asumí la presidencia del Club Atlético Los Andes, con un equipo recién descendido, una deuda enorme, sin recursos, sin contabilidad ni administración, con juicios y embargos que todos los días condicionaban la gestión del Club.

Tuvimos que tomar decisiones difíciles, y no eran tiempos ni para dudas ni para especulaciones personales. A los 7 meses de asumir, la pandemia paralizó todas las actividades de la institución, al igual que sus ingresos. En un marco, además, de crisis económica y altos índices de inflación, que repercuten en una institución grande como Los Andes.

Con mucha responsabilidad, con control y austeridad en el manejo de los fondos, con administración y una contabilidad que comenzó a registrar ingresos y gastos; sin la necesidad de acudir a financieras que después se quedan con porcentajes de jugadores, tal como sucedió en el pasado, pudimos atravesar todas esas situaciones y como resultado: se potenciaron todas las actividades; se incrementó la masa societaria; se realizó una inversión histórica en el Complejo Educativo; se llevaron a cabo obras en la Sede, el Estadio y se dio inicio a una obra emblemática como la de Villa Albertina con recursos genuinos tras la venta de un jugador de nuestras inferiores, hecho que no sucedía desde hacía 13 años.

Por otra parte, se han llevado a cabo asambleas abiertas de manera periódica para que socias y socios realicen preguntas, y además como espacio de debate para que la oposición,  de manera pública,  pueda hacer planteos y propuestas, siempre en un marco de respeto institucional,  algo que lamentablemente nunca ocurrió. Asimismo, no he respondido a las calumnias e insultos, porque de hacerlo hubiera entorpecido el camino hacia la regularización del Club.

Hoy, en el final de mi segundo mandato puedo afirmar que logramos normalizar la situación  tras presentar toda la documentación y los balances que durante trece ejercicios consecutivos  las comisiones directivas que me antecedieron,  no presentaron, lo que había dejado a la institución al borde de la intervención. Durante la última asamblea me comprometí a llamar a elecciones una vez resueltas las presentaciones, y así lo hice.

Hemos hecho un gran esfuerzo y un gran trabajo por cuidar a Los Andes como a nuestra casa, el club está de pie y en condiciones favorables para la próxima comisión. He cumplido un ciclo y se cierra una etapa por eso he decidido no presentarme a un nuevo mandato como Presidente. Agradezco a todos los socios y socias, dirigentes, ex presidentes y ex directivos de antiguas comisiones, y a los empleados del Club que me acompañaron durante estos dos mandatos.

Espero que las comisiones que me sucedan, sean lo suficientemente responsables como para no volver a dejar a Los Andes en la situación delicada en la que yo lo encontré. Es la perspectiva en la que dejó el Club, y espero que con mucho trabajo y en el marco de la unidad de los que quieren al Club Atlético Los Andes, la próxima comisión pueda continuar con la tarea de hacer de esta institución cada día más grande.

¡Vamos Los Andes!

Un abrazo fraterno a la familia Milrayitas.