Color local
El partido a puertas cerradas, el regreso de Martín Avalos con la camiseta del Milrayitas y el calor agobiante en el 20 de Octubre. Todo en tres toques...

Por Pablo García
ESAS TRIBUNAS ESTAN VACIAS: triste jugar de local en otra cancha que no es el Gallardón. Mucho peor cuando carece del colorido y el aliento de nuestra gente. El silencio de la tribuna se hizo escuchar. Justamente, frente a San Telmo, fue la última vez que Los Andes jugó en condición de local fuera de Lomas, por la temporada 2007/08, en cancha de El Porvenir y a puertas cerradas por disposición del CoProSede, tras incidentes una vez finalizado el partido ante All Boys. En aquel encuentro el Candombero ganó por 3-0.
Las indicaciones a los jugadores y, luego, los reproches al árbitro fue lo más oído de la mañana. También, los ecos de los relatores desde las cabinas. Pero el desahogo llegó en el penal, cuando casi todos los presentes gritaron el único gol del partido. El Tanque está cumpliendo: dos partidos, dos goles. Igual tendrá que esperar para la ovación…
Y, el Milrayitas volvió a ganar como en el 2005, cuando lo hizo por 3-1 en cancha de Tristán Suárez, siendo el último triunfo de local ante Telmo. Parece que el estadio “20 de Octubre” le sienta bien al CALA. En el final llegaron desde Lomas los aplausos y el característico “Lo, los Andes” para despedir al equipo…
LA VUELTA DEL GORDO: Tras su paso por Comunicaciones, Martín Ávalos volvió a vestir la casaca Milrayitas. Su ingreso fue importante, no solo por su entrega y sacrificio si no porque fue a quién le hicieron el penal cuando estaba dispuesto a definir el centro atrás de Rivero. Sí, jugada parecida a aquel gol frente al mismo rival -quien tiró el centro bajo, en aquel partido, fue Darío Ruiz-, en cancha de Barracas Central, que finalizó ganando Los Andes por la mínima diferencia.
El último partido del Gordo en Los Andes fue en la finalísima de la promoción ante Nueva Chicago cuando reemplazó al Beto Yaqué ¿Su último gol con la Milrayitas? El triunfo, de visitante, a Merlo por 1-0, en el 2008.
ALTA TEMPERATURA: Día hermoso, sol radiante. “¿Trajiste protector solar?”, se escuchó. “No, ¿dónde se fue el invierno?”, fue la respuesta. No estaba ni el vendedor de gaseosas. Pero los futbolistas fueron los que peor la pasaron. No salieron a la cancha a hacer camping y tuvieron que jugar en el peor horario. Sufrieron mucho el calor, tal es así que el árbitro Mario Prieto se apiadó de ellos y paró dos veces el encuentro para que se refresquen. “El día estaba muy pesado, no se podía jugar mucho y hacer el despliegue físico que estamos acostumbrados”, sentenció Alejandro Friedrich.