20 años, 20 historias: Último grito del Negro
En el primero de los cuatro partidos ante el Cervecero, Romerito festejó su único gol del torneo en que obtuvo el ascenso a Primera y, dependiendo quién cuente la historia, el último de su carrera o por lo menos en Lomas.
Por Pablo García
Imágenes: Gentileza de Orlando ‘Negro’ Romero y Paul Bordis
En la última jornada de la primera rueda, Los Andes recibía a Quilmes, que buscaba ganar para descontarle puntos al líder, Huracán. Con la baja sensible del ‘Zurdo’ Ferrer por desgarrado, el histórico Orlando Enrique Romero se puso en sus hombros el traje de goleador Milrayitas que a pesar de ser delantero, nunca fue su fuerte en su extensa y rica carrera. Otro que aprovechó su oportunidad ante el Cervecero fue Sebastián Neuspiller para festejar su único tanto oficial, sin la casaca de Fénix.
Las primeras postales del partido mostraban a Los Andes mejor predispuesto, pero con poca precisión en los metros finales y la puntada final: Germán Noce y Adrián Armoa vieron con ilusiones sus disparos pero finalmente el palo y el travesaño jugaron para la visita.
Pero por suerte estaba el ‘Negro’, ese fantástico wing y malabarista pegado a la línea de cal, puntero intratable que se cansaba de lanzar centros al corazón del área o asistir a sus compañeros y que vimos nacer desde mediados de la década del ’80. Aunque en su regreso se había convertido en un media punta muy explosivo que comandaba todos los ataques Milrayitas, abasteciendo a los delanteros.
“Llevaba quince años en el club, desde las inferiores a Primera. Y para cambiar un poco de aire me había marchado por esas temporadas: estuve dos años en San Martín de Tucumán y un año en Nueva Chicago”, dijo Romerito, años después en una entrevista a Pablo Varela para el sitio oficial. “Salía a jugar todos los partidos por la confianza que me daba Jorge (Ginarte). Aunque creo que me gane la titularidad en ese puesto, porque había varios muchachos de gran calidad para jugar, como Mario Vera y el rusito Jorge Ribolzi. Pero Ginarte me dio esa confianza y me puso en el mismo lugar de la cancha como en San Martín de Tucumán”, agregó.
Con 15 temporadas y 293 partidos oficiales defendiendo los colores de Los Andes (segundo futbolista con mayores presencias con la Milrayitas, 63 juegos detrás del ‘Tato’ Giorgi), el ‘Negro’ armó una linda combinación de toques con el ‘Loco’ Armoa y definió despacio al primer palo ante la salida de Lema. Fue el primero en su cuenta personal en el torneo y, para entrar en polémica con el mismísimo protagonista, el último de su carrera, a pesar que jugaría unos años más.
En cuanto al último gol de su carrera, ya señalamos una diferencia con el mismísimo Romero porque en Primera él se adjudicó uno contra Newell’s y que todos anotaron como autor al ‘Pepe’ Monje. El ‘Negro’ explicó que aquella “jugada fue un poco confusa” en cancha de Lanús, donde Los Andes hacía de local en el torneo Apertura de 2000: “Pepe pateó un tiro libre y llegué a desviarla apenas, pero el gol es mío, de eso no hay dudas”, bromeó el delantero que se atribuyó ese tanto en aquella epopeya de Los Andes en Primera División, aunque ni siquiera está registrado con su nombre.
Una controversia para quienes llevan adelante las estadísticas deportivas, pero no para Romero, quien tiene en su haber 18 gritos con el equipo de Lomas –exceptuando el que le hizo a la Lepra-. Aunque sin tener que limar asperezas, no quedan dudas de su gol en la apertura ante el Cervecero, que por lo menos fue el último que hizo en el estadio Gallardón en su carrera como profesional.
De regreso nuevamente a 1999, a falta de cinco para finalizar la primera parte, el ‘Pirata’ Czornomaz cumplió la ley del ex para poner nuevamente en tablas al equipo quilmeño. Sin embargo, en tiempo de descuento de esa etapa, el goleador-obstetra Sebastián Neuspiller aprovechó su oportunidad: con un anticipo de cabeza volvió a torcer nuevamente la ventaja para Los Andes.
La leyenda de la división D y C del fútbol argentino, más precisamente de Fénix, convirtió su único gol con la Milrayitas de los 242 registrados en su carrera. Y fue para ganar el primero de los cuatro importantes partidos de la temporada ante Quilmes.
Por su poder goleador que lo destacó en la última categoría de AFA y al saltar al estrellato por convertir 6 tantos en un mismo partido, Jorge Ginarte se interesó con contar con los servicios del ‘Dandy’, para ser una alternativa en el ataque.
“Ahí, a los los 26 años firmé mi primer contrato profesional. Ginarte ya de arranque me dijo que tenía el equipo formado, y fue muy difícil acoplarse (...) A los 6 meses le dije a los dirigentes que no iba a continuar porque no me sentí bien tratado desde lo futbolístico”, explicó años más tarde el futbolista que era representado por Gustavo Mascardi y que no se había presentado a las prácticas de pretemporada de verano.
Lo cierto es que tras disputar solo nueve (9) partidos, mientras en otros estuvo calentando el banco de suplentes, el resultado no fue el esperado a pesar de su gol ante Quilmes. Sin poder finalmente colgarse la medalla, el ‘Dandy’ a mitad de temporada regresó a jugar al Cuervo para seguir escribiendo su historia en las últimas categorías del ascenso.
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