Vivirlo a la distancia

Raúl y Alfredo Cejas son dos hinchas Milrayitas que actualmente viven en Mar del Plata y se acercaron hasta el Parque Camet para seguir de cerca a su equipo. Sí, fue un encuentro emocionante...

Por Leandro Saltamerenda (enviado especial)

Ahí estaba Los Andes, empezando un día más de su exigente pretemporada. La cita era el Parque Camet, el lugar elegido para los trabajos físicos. Y los protagonistas, los mismos de siempre: jugadores, cuerpo técnico, médicos y utileros. Pero la mañana tenía reservada dos visitas más. Pese a las bajas temperaturas, un par de lugareños se acercaron hasta el campamento del Lomas. Por unos instantes, los futbolistas detuvieron el entrenamiento y se quedaron asombrados por los flashes de sus cámaras. No eran periodistas ni tampoco turistas. Eran hinchas del Milrayitas. Raúl y Alfredo Cejas, padre e hijo, inseparables a los colores Rojo y Blanco…
Como no podía suceder de otra forma, el Sitio Oficial estaba ahí para ser testigo de este encuentro. Había que preguntarles el por qué de su presencia. “Desde el año 1965 sigo a Los Andes. Y por cuestiones personales, me jubile, me vive a vivir a Mar del Plata y se me hizo más difícil seguirlo. Por eso, ahora aprovechamos que estaban entrenando acá, y vinimos a verlo”, explica Raúl, mientras se cubre del frío con uno de esos gorritos polares. Estaba claro. Así daba gusto enfrentar el invierno matutino de la Feliz. Porque muchos años habían pasado de ver una práctica en vivo y en directo de su CALA querido. Decídelo a ellos si es difícil sufrir a la distancia. “Es complicado. Cuando estás cerca es algo muy lindo, pero al vivir a más de 400 kilómetros se hace duro. Se extraña mucho el equipo, la cancha, la zona, la gente. En un tiempo, nosotros vivíamos en Berazategui y a Los Andes lo seguíamos a todos lados. Estuvimos en la final con Quilmes, íbamos a los clásicos con Temperley, con Banfield y cuando vinieron a jugar el año pasado con Aldosivi también fuimos a verlo”, agrega Alfredo, de herencia Milrayitas. Y, en este momento, no es facil sacarse de la cabeza el último torneo en la B Nacional. “El descenso fue algo muy injusto. Ese tema de los promedios a mi no me gusta. Porque si vamos a la tabla de posiciones, Los Andes estaba quinto de abajo para arriba e igual pasaba con Talleres (Córdoba). Me parece que está mal y es para darle oportunidades a los grandes nada más”, sentenció el Cejas pequeño…
En cambio, su padre, con alma de vitalicio, trae a la memoria muchas de sus anécdotas como fiel seguidor del equipo. Da gusto escucharlo hablar. “Yo trabajaba en una industria alimenticia en Avellaneda y tenía un compañero con el que íbamos a todos lados a ver Los Andes. En ese tiempo, nosotros estábamos en Primera y teníamos un equipo muy bueno. Es más creo que la formación del 68-69 fue una de las mejores que ví en toda mi vida”, resume. Pero acá no termina su relato. “Tengo un gran recuerdo de Ciro Barbosa, muy amigo mio y que a su vez vendía boletos en la estación de Lomas de Zamora. Cuando nosotros jugábamos de local en el Gallardón, yo me mantenía los 90 minutos detrás de su arco. Eso es algo que nunca me voy a olvidar. Fue una época muy linda, y después de muchos años, tener la chance de venir a ver estos jugadores, es fuerte. Hasta no me avergüenzo si te digo que se me pianta un lagrimón”. Sí, se seca sus ojos brillosos, le dice algo al oído a su hijo y se va. Así es vivirlo a la distancia. Emocionante…

Miércoles 29 de Julio de 2009 | Fútbol Profesional


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