La gran fiesta

Por Leandro Saltamerenda

Así había que despedir el 2008; a puro festejo, rodeado de amigos, junto a la familia de Lomas. No fue casual el encuentro, es verdad, pero todo trascurrió con naturalidad, por el solo hecho de disfrutar un gran momento con aquellas personas con las cuales compartís los mismos colores, la misma pasión, el mismo sentimiento. Desde principio a fin fue una noche bien Milrayitas. Hubo cena, sorteos, shows en vivo, visitas especiales y mucha alegría. Era obvio; había motivos de sobra para celebrar. Desde el regreso a la B Nacional en el fútbol, el ascenso y la permanencia en el básquet, el pago de la primera cuota de la convocatoria, la cantidad de obras realizadas, el crecimiento constante de nuestras instituciones educativas y cuántas cosas más. Y, por encima de todo, la fidelidad y el amor por Los Andes…
Fue el reestreno perfecto. Después de las refacciones, el gimnasio del estadio se armó como nunca y se engalanó de fiesta. Abrió sus puertas a las 21 y recién despidió a los invitados en la madrugada. Como todo fin de semana, el corazón empezó a latir bien fuerte cuando se escuchó el clásico... "Rojo mi buen amigo, está campaña volveremos a estar contigo". Todavía no estaban todos los presentes, pero esa primera algarabía retumbó por los rincones. Ya había indicios de que se avecinaba una gran noche…
Mientras el presidente Jorge Chizzini se vestía de anfitrión y recorría las mesas llegó una de las máximas ovaciones del día. El volante Marcos Brítez Ojeda hizo su aparición y estalló el... "olé, olé, olé, ole, Marcos, Marcos". Sus brazos levantados, en forma de agradecimiento, devolvieron la pared y obligaron un tercer toque... "Marcos es de Lomas, de Lomas no se va". De repente, los gritos se mezclaron entre fotos y abrazos, y la mirada se centralizó en otra escena. Asomaba la comida, el asado tan esperado. Pero ojo, no era el plato fuerte…
Después de la parrillada, con música de jazz y rock and roll de fondo, el querido Carlos Isse, admirado y conocido por sus años como socio ejemplar, se subió al escenario y presentó el primer invitado. Con su humor característico, Carlos Sánchez abrió fuego y se ganó el respeto del público. Sus chistes se llevaron los aplausos y dieron pie a los sorteos de la noche. Se regalaron camisetas, órdenes de compra y demás indumentaria del Milrayitas. Los premios no estaban mal…
La noche venía perfecta, aunque faltaba la palabra oficial. Entonces, el presi Chizzini tomó el micrófono, y sintetizó los momentos vividos durante el año. ¿El balance? Positivo, claro. Era tiempo de unirse y alentar por Los Andes. Chizzini le dio la posta a Jorge Rossi y el intendente del Municipio no se quedó atrás. Su mensaje arengó a los presentes y se desató otra vez el carnaval…
El tiempo pasaba y el final se acercaba. Brindis de por medio, los muchachos del grupo "Los Pelucas" le pusieron el moño a la fiesta y la noche se cerró con más festejos. Este 2008 se termina y Los Andes lo celebró a lo grande, como nos tiene acostumbrados…